Anquilosis:
Existen dos variedades de anquilosis, la ósea y la fibrosa. En la primera,
además de la pérdida del espacio articular, podremos observar bandas o puentes
constituidos por trabéculas que cruzan de un extremo a otro las superficies
óseas articuladas. En el caso de la anquilosis fibrosa las radiografías tan sólo
mostrarán marcada disminución del espacio articular o bien, un remanente o
vestigio del espacio articular.
En la artritis reumatoide, la anquilosis
se limita generalmente al carpo y al tarso y suele ser de tipo fibroso, con
excepción hecha de la artritis reumatoide de inicio juvenil, en la que se
observa anquilosis ósea comúnmente. En las espondiloartropatías seronegativas la
anquilosis es de tipo óseo. En la artritis psoriásica, la anquilosis afecta las
articulaciones interfalángicas de las manos y de los pies, en la espondilitis
anquilosante, además de las articulaciones sacroiliacas, puede presentarse
anquilosis de las articulaciones coxofemorales y es particularmente frecuente en
la región media del pie en la espondilitis anquilosante de inicio
juvenil.
La anquilosis se presenta también en las variedades erosiva o
inflamatoria de la osteoartrosis y afecta predominantemente a las articulaciones
interfalángicas distales.
Fuente: http://www.drscope.com
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