Bienvenidos/as a AEXPE. La espondiloartritis anquilosante puede ser una enfermedad debilitante que se manifiesta principalmente con lumbalgia crónica y rigidez, y también puede acompañarse de artritis, inflamación ocular y/o del tubo digestivo. Son una familia heterogénea de enfermedades reumáticas interrelacionadas. La espondilitis anquilosante es la más frecuente de todas las espondiloartritis. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica, que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral. La padecen generalmente personas jóvenes y, especialmente, hombres entre los 15 y 25 años. En las mujeres suele ser más leve y, por ello, muchas veces es más difícil de diagnosticar. + Info en CEADE Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis

viernes, 12 de abril de 2013

PSICOLOGÍA

SEIS PECADOS CAPITALES
 
¡Qué me acaba de decir el reumatólogo! ¿Qué tengo qué? ¿Qué he hecho mal?  ¿Qué es Espondilitis Anquilosante?
 
Salgo de la consulta, ¿en que consiste esta enfermedad crónica? ¿Y ahora que hago? ¿Dónde encuentro yo información?
¿Acabo de perder mi salud? ¿He llegado a un lugar del que no podré volver a dar marcha atrás?
 
Mejor la ignorancia y el dolor.
 
¡Pero, quién no arriesga no gana!
¡Venga, sé valiente, entérate de qué va esto!
Comienzo a informarme de los efectos de la enfermedad Espondilitis Anquilosante.
 
Sorpresa, dolor de nuevo, rabia contenida.
Me duele lo que ahora sé, siento que ahora no puedo con esto, que se pare todo, no quiero ser así, no quiero vivir con esto. ¿Porqué a mí? Este reumatólogo se ha equivocado, ¡No me lo creo!
SOBERBIA.
 
¡No pasa nada, tranquila, acéptalo, asúmelo, digiere!
¿Tengo ganas de asimilar?
No. Pero debo bucear dentro de mí y escucharme.
¡Venga, qué piensas, qué sientes!
¡Qué duele, que acabo de tomar conciencia de que envejezco, me degenero, que estoy enferma de algo!
No pasa nada, todo el mundo se deteriora, todo el mundo envejece y se deforma, sólo que con la EA acabas de darte cuenta de que a ti ya te sucede.
ENVIDIA.
 
Pero yo estoy sola con esto y soy joven, quiero jugar, salir, gustar.
LUJURIA.
 
¡¡¡En breve tendré la columna como una anciana!!!
IRA.
 
 ¡Pero tener EA, no es ser una anciana!
¡Ah no, pues físicamente me voy a poner así!
¡Que no tonta, tu haz más y más natación!
AVARICIA.
 
 ¡Que no, que no puedo con esto, que dolor!
Acabo comiendo una bolsa de golosinas.
GULA.
 
 ¡Llora, llora y desahógate!
Desaliento, llueve dentro de mí, bañera con agua caliente, me sumerjo y siento calidez de baño maternal. El dolor decrece, el ánimo aflora, la paz comienza a nacer en mi alma y en mi cabeza. Llego a una conclusión: la EA te permite tener sólo seis pecados capitales.
 
Todos menos el de la PEREZA.
 
 
 Reflexión de Nuria Moreno
 
Psicóloga de la Asociación de Espondilitis Anquilosante de Extremadura y
Enferma de Espondilitis Anquilosante.
 
 
Página web de Nuria Moreno:
 

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