Bienvenidos/as a AEXPE. La espondiloartritis anquilosante puede ser una enfermedad debilitante que se manifiesta principalmente con lumbalgia crónica y rigidez, y también puede acompañarse de artritis, inflamación ocular y/o del tubo digestivo. Son una familia heterogénea de enfermedades reumáticas interrelacionadas. La espondilitis anquilosante es la más frecuente de todas las espondiloartritis. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica, que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral. La padecen generalmente personas jóvenes y, especialmente, hombres entre los 15 y 25 años. En las mujeres suele ser más leve y, por ello, muchas veces es más difícil de diagnosticar. + Info en CEADE Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis

sábado, 4 de junio de 2011

CONCEPTOS

Anticuerpos:
 
Los anticuerpos son proteínas producidas por los linfocitos B (células B), parte del sistema inmune. En el cuerpo, los anticuerpos se adjuntan con las moléculas blanco (los antígenos) que se encuentran presentes en objectos extranjeros que entran al cuerpo, como el polen o las bacterias. Las moléculas blanco (target) son la mayoría de veces, pero no todas, proteínas. Los anticuerpos también pueden unirse a antígenos que se encuentran en la superficie de otras células, incluyendo las células cancerosas. La unión de un anticuerpo a un antígeno marca a la célula blanco o al objeto extranjero para destrucción y eliminación.
 
La interacción entre el anticuerpo y el antígeno es muy precisa y es también análoga a la interacción entre una llave y una cerradura. Cualquier célula B puede producir un solo tipo de anticuerpo, pero nuestras células contienen millones de diferentes tipos de células B. Por esto es que existen tantos tipos de anticuerpos en nosotros. De hecho, nuestros cuerpos tienen la habilidad de responder a cada una de los miles o millones de diferentes antígenos posibles a los cuales somos expuestos durante nuestras vidas. Cuando una célula B en particular se encuentra con su antígeno, ésta se reproduce para crear una gran cantidad de células. Varias de estas células hijas tienen una vida muy larga. Ellas pueden vivir por años después del encuentro con el antígeno y proveer al sistema inmune un tipo de memoria. Una segunda exposición al mismo antígeno lleva a una respuesta más rápida y fuerte. Esta memoria de largo plazo es la base de las vacunas. El resto de las células tienen una vida corta y producen una gran cantidad de anticuerpos.
 
Como se demuestra debajo, los anticuerpos están compuestos de cuatro proteínas, dos cadenas largas y dos cortas, ilustradas en púrpura. Ellos adquieren una forma como una Y y cada lado es idéntico para que el anticuerpo pueda juntarse con dos blancos, uno por cada brazo corto de la Y.
 
Cualquier antígeno puede causar la activación de varios tipos de células B y así la producción de varios anticuerpos diferentes, todas dirigidas hacia diferentes partes del mismo blanco. Una mezcla de diferentes anticuerpos es conocido como policlonal.
 
En laboratorios, es posible producir y purificar grandes cantidades de un solo tipo de anticuerpo, producido por un solo tipo de células B. Estos anticuerpos se conocen como monoclonales. Los tratamientos basados en anticuerpos utilizados hasta hoy solamente usan anticuerpos monoclonales.
 

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