Bienvenidos/as a AEXPE. La espondiloartritis anquilosante puede ser una enfermedad debilitante que se manifiesta principalmente con lumbalgia crónica y rigidez, y también puede acompañarse de artritis, inflamación ocular y/o del tubo digestivo. Son una familia heterogénea de enfermedades reumáticas interrelacionadas. La espondilitis anquilosante es la más frecuente de todas las espondiloartritis. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica, que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral. La padecen generalmente personas jóvenes y, especialmente, hombres entre los 15 y 25 años. En las mujeres suele ser más leve y, por ello, muchas veces es más difícil de diagnosticar. + Info en CEADE Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis

lunes, 16 de abril de 2012

SÍNTOMAS EN LA EA

La espondilitis anquilosante comienza de forma paulatina, con síntomas de intensidad leve que persisten durante varios años, y que aparecen y desaparecen por temporadas. Los síntomas varían de una personas a otra y en muchos casos se tarda entre uno y tres años en alcanzar un diagnóstico correcto. Los pirmeros síntomas consisten en dolor y sensación de rigidez lumbar, o dolor en nalgas y cara posterior de los muslos, y en un principio estos dolores pueden simular una ciática.
 
El dolor aparece cuando el paciente se encuentra en reposo y mejora con la actividad física y, de forma característica, es de mayor intensidad entre las 3 y las 5 de la madrugada, por lo que el afectado se despierta durante la noche y se ve obligado a levantarse de la cama y andar por la habitación durante unos minutos, con lo que consigue aliviar las molestias.
 
En el inicio de la enfermedad la exploración física es normal, los dolores son moderados, y los músculos se contracturan con facilidad. Con el tiempo la columna pierde flexibilidad y tiende a volverse rígida a consecuencia del crecimiento adicional del hueso y la fusión de las vértebras. La rigidez y el dolor pueden extenderse a la columna dorsal y el cuello.
 
Con el paso de los años el paciente va adquiriendo una postura característica (denominada “flecha de Forestier”) con la parte inferior de la columna recta, y la parte superior acentuada hacia delante. Las articulaciones pueden llegar a quedarse rígidas y sin movilidad, es decir, que se anquilosan en una posición específica.
 
Pueden aparecer también dolores por inflamación en las articulaciones de las caderas, las rodillas, los tobillos o los hombros, así como en zonas próximas al hueso, como ligamentos y tendones.

Manifestaciones extraarticulares de la espondilitis anquilosante

  • Uveitis anterior: es una de las más habituales. Se manifiesta como dolor, molestias a la luz, lagrimeo y visión borrosa. Precisa atención oftalmológica, pero cura sin secuelas.
  • Afectación cardiovascular: es poco frecuente, pero se puede producir insuficiencia aórtica por inflamación de las paredes arteriales.
  • Manifestaciones pleuropulmonares: fibrosis pulmonar que da lugar a infecciones por hongos.
  • Manifestaciones neurológicas: luxaciones vertebrales y compresión de raíces nerviosas.
  • Manifestaciones genitourinarias: la más frecuente es la prostatitis.
  • Osteoporosis: puede favorecer la aparición de fracturas.

Fuente: http://www.webconsultas.com

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