SEIS PECADOS CAPITALES
¡Qué me acaba de decir el
reumatólogo! ¿Qué tengo qué? ¿Qué he hecho mal?
¿Qué es Espondilitis Anquilosante?
¿Acabo de perder mi salud?
¿He llegado a un lugar del que no podré volver a dar marcha atrás?
¡Venga, sé valiente,
entérate de qué va esto!
Comienzo a informarme de los
efectos de la enfermedad Espondilitis Anquilosante.
Me duele lo que ahora sé,
siento que ahora no puedo con esto, que se pare todo, no quiero ser así, no
quiero vivir con esto. ¿Porqué a mí? Este reumatólogo se ha equivocado, ¡No me
lo creo!
SOBERBIA.
¿Tengo ganas de asimilar?
No. Pero debo bucear dentro
de mí y escucharme.
¡Venga, qué piensas, qué
sientes!
¡Qué duele, que acabo de
tomar conciencia de que envejezco, me degenero, que estoy enferma de algo!
No pasa nada, todo el mundo
se deteriora, todo el mundo envejece y se deforma, sólo que con la EA acabas de
darte cuenta de que a ti ya te sucede.
ENVIDIA.
LUJURIA.
IRA.
¡Ah no, pues físicamente me
voy a poner así!
¡Que no tonta, tu haz más y
más natación!
AVARICIA.
Acabo comiendo una bolsa de golosinas.
GULA.
Desaliento, llueve dentro de
mí, bañera con agua caliente, me sumerjo y siento calidez de baño maternal. El
dolor decrece, el ánimo aflora, la paz comienza a nacer en mi alma y en mi
cabeza. Llego a una conclusión: la EA te permite tener sólo seis pecados
capitales.
Psicóloga
de la Asociación de Espondilitis Anquilosante de Extremadura y
Enferma de Espondilitis Anquilosante.
Página web de Nuria Moreno:
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